28 de octubre de 2008

La dignidad de la muerte natural

Popular TV Burgos - Línea editorial COPE. La tarde de ayer, la autodenominada "Red Alternativa de Grupos" de Burgos nos acercó a D. Luis Montes al ciclo ‘Martes por los Derechos Humanos’ para escuchar su posición acerca del debate sobre el derecho a una muerte digna.

Este médico de origen salmantino, jefe del servicio de Urgencias del Hospital Severo Ochoa de Leganés, fue implicado en numerosas muertes por sedación excesiva en lo que se ha conocido como ‘caso Leganés’. En el auto, de resolución de dicho juicio, el magistrado argumenta que, tras declarar testigos e imputados y con el informe de los peritos en la mano, queda demostrado que hubo «mala práctica médica». Esto, sin embargo, no es suficiente para concluir que se produjera un delito. «Por más que pudiéramos profundizar y proseguir, no se llegaría en ningún caso a encontrar elementos bastantes para, por dolo eventual o por culpa, responsabilizar criminalmente a los imputados». En su momento no se hicieron autopsias de los fallecidos y «como informaron los peritos, ya no era posible lograr los resultados con exhumaciones».

En declaraciones a Popular TV antes de la conferencia, el doctor Montes respondía desde su perspectiva a la pregunta sobre la necesidad y oportunidad de un debate sobre la eutanasia: "Hay toda una intención, desde el pensamiento único, a no aceptar que vivimos en una sociedad democrática, plural, una intención que ahora está saliendo del armario. En el siglo XXI la calidad de muerte es uno de los objetivos de la Medicina, al igual que todo el mundo tiene claro que tenemos que tener calidad de vida, también existe el derecho a la calidad de muerte, es uno de los logros y ya tenemos instrumentos para que los sufrimientos innecesarios desaparezcan".

Mientras tanto, un grupo de prestigiosos científicos españoles ha tenido la feliz iniciativa de llevar a las páginas de Internet un manifiesto en defensa de la dignidad de la muerte natural, que en pocos días ha recogido más de cinco mil adhesiones. Los firmantes del documento vienen a dar una respuesta cívica a las presiones que se están ejerciendo sobre la sociedad desde los poderes públicos, para inducirla a consentir el suicidio asistido o la eutanasia.

Porque esto es lo que está ocurriendo en nuestro país: desde premisas ideológicas basadas en su relativismo radical, el Gobierno intenta convencer a la opinión pública de que la eutanasia, al igual que el aborto, supone un avance social, deseable para aumentar el bienestar social.

Contra esta falacia perversa, los firmantes del manifiesto recuerdan que la vida del ser humano es inviolable, independientemente de la edad, salud o autonomía que se posea, además de estar radicalmente vinculada a los derechos humanos fundamentales. De ahí que sea un deber inexcusable del Estado protegerla y cuidarla. Destacan también que no son éticamente admisibles las técnicas de encarnizamiento terapéutico destinadas a prolongar artificialmente la vida.

Lo que se pide al Gobierno, en consecuencia, es potenciar los cuidados paliativos para los enfermos terminales, de manera que estén al alcance de todos. En otras palabras, los firmantes del manifiesto piden que se reconozca la dignidad de la muerte natural, en contra de la muerte provocada.

Momentos antes de la conferencia del Dr. Montes, a pesar de la tenue lluvia, medio centenar de personas invitadas por el Movimiento Cultural Cristiano y la Delegación Diocesana de Familia, participaron en una concentración pacífica a la entrada de la charla, exhibiendo pancartas con lemas como "Sí a la Vida" o "No Matarás" y repartiendo una hoja informativa que denuncia la campaña de manipulación de la conciencia que se está haciendo para favorecer la eutanasia.

La conferencia del Dr. Montes se enmarca en la campaña a favor del suicidio asistido y la eutanasia sintetizadas en un manifiesto conocido como declaración de Santander, en el que explicadas sus aspiraciones, el manifiesto concluye con un llamamiento al apoyo. Reta a implicarse a políticos, intelectuales, artistas, filósofos y a la sociedad en general, con una referencia no expresa a todos aquellos que se sumaron al manifiesto por la defensa del español.

Por su interés, adjunto a estas líneas el texto del manifiesto:

Declaración de Santander

Los abajo firmantes, reunidos en el marco del curso de verano organizado por la UIMP y titulado "Muerte digna: asistencia ante la muerte", declaran que:

1. Ha llegado el momento para debatir en la sociedad española, diferentes cuestiones relacionadas con el final de la vida, como el suicidio asistido y la eutanasia.
2. Es absolutamente necesario desmitificar la realidad de la muerte, tanto en la sociedad en general como en el ámbito sanitario y hacer pedagogía positiva de la misma.
3. La adjetivación de "nazismo" o de "homicidio eutanásico" son falsas insultantes y están fuera de la realidad, de los planteamientos eutanásicos manejados en la actualidad, tanto desde el punto de vista filosófico, medico, científico, teológico, jurídico y otros.
4. El ser humano, aun en medio de su vulnerabilidad, y en tanto que persona, disfruta del derecho a la autodeterminación, libertad, dignidad y otros, que le permiten disponer de su vida, lo que le permitiría afrontar la muerte a la luz de su decisión personal.
5. Es recomendable establecer y registrar dicha expresión de su voluntad en un documento de instrucciones previas, testamento vital u otros, así como de manera verbal, lo que evitaría conflictos (como la obstinación terapéutica) que no contribuyen a mantener una calidad de vida y de muerte.
6. El suicidio asistido, y la eutanasia van más allá de los cuidados paliativos, aun cuando estos estuvieran bien implantados en todo ámbito de la sanidad pública estatal. Los cuidados paliativos no resuelven todos los problemas relacionados con el dolor y el sufrimiento físico, psíquico y existencial.
7. Aunque la constitución y la legislación vigente deben seguir garantizando el derecho a la vida, también deberían garantizar el derecho a una muerte digna. El legislador, ha de reconocer que la regulación actual del código penal en su artículo 143.4, es insuficiente para garantizar este derecho, por lo que habría que encaminarse claramente hacia la despenalización del suicidio asistido y la eutanasia.
8. Los profesionales de la sanidad que acepten las prácticas eutanásicas y/o de ayuda médica al suicidio, han de realizarlas bajo determinados criterios y deben estar legalmente protegidos. Una buena regulación y una buena praxis, evitarían practicas clandestinas, así como caer por "la pendiente resbaladiza".
9. Estas prácticas no se imponen a la totalidad de los ciudadanos, si no que pertenecen al ámbito de la libertad de elección personal de aquellos que quieran disfrutar de este derecho.

Por lo tanto, y a la luz de todo ello, reclamamos que se reconozca todo lo anterior. Que los partidos políticos promuevan este debate de una forma seria, responsable y sosegada, creando una comisión en el congreso de los diputados que definitivamente estudie estos temas. Asimismo, hacemos una llamada a que la sociedad civil se implique en este debate y a la que le concierne muy directamente. De la misma forma, solicitamos que participen en el mismo, filósofos, profesionales asistenciales, juristas, teólogos, personalidades de la cultura, científicos, investigadores y medios de comunicación.

Por último, animamos a las diferentes personas, instituciones, medios u otros a adherirse al presente comunicado.

"Todo tiene su tiempo… tiempo para nacer, tiempo para morir…"

Firmado:
Dr. Luis Montes Mieza, director del curso
Dr. Miguel Casares Fernández Alves, secretario del curso

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